Trasladar la residencia fiscal cuando se es nómada digital

Es posible que alguna vez te hayas preguntado si existe la posibilidad de pagar menos impuestos o incluso de dejar de pagarlos del todo, pues bien, la respuesta a esta duda es un rotundo ¡Sí!
A continuación te hablaré sobre cómo puedes trasladar tu residencia fiscal y evitar los impuestos de manera completamente legal, te aclararé dudas, enumeraré sus ventajas y te expondré todas las consideraciones que son necesarias que conozcas al respecto.

Adiós a la tributación en España: La regla de los 183 días

Llegar a escapar del pago de los impuestos directos no es una tarea fácil, sobre todo si resides en Francia, Dinamarca y Bélgica que lideran la clasificación de los países con la mayor presión fiscal. En comparación con estos y otros países de nuestro entorno, podríamos decir que en España los ciudadanos españoles estamos sometidos a una presión fiscal media-alta, que aunque no representa una situación asfixiante para el contribuyente, dista mucho de ser ideal en términos fiscales.

Sin embargo, gracias a la legislación actual, tal y como recoge la Agencia Tributaria, los españoles contamos con un poderoso aliado que te ayudará a trasladar tu residencia fiscal y evitar los impuestos: la Regla de los 183 días.

En términos generales, la regla de los 183 días establece que deberás pagar tus impuestos en el país en el que residas, si pasas más de la mitad del año allí.

Esta regla te permitirá pues evitar los impuestos de tu país de origen de forma totalmente legal y vivir sin estar sujeto a las continuas obligaciones fiscales que impone el Estado.

Mediante la utilización de la regla de los 183 podrás liberarte no solo del impuesto sobre la renta, sino que obtendrás algunas ventajas adicionales que merece la pena considerar:

  • Calidad de vida: Ganarás más tiempo para ti, tu familia y tus intereses. Ganarás el mismo dinero y tributaras menos.
  • Aumento de tus Ahorros: Al tributar menos dispondrás de más dinero y podrás invertir tu tiempo en potenciar tus intereses, desarrollar nuevas ideas y proyectos con el apoyo económico del dinero ahorrado.
  • Ausencia de burocracia: Dile adiós a la declaración de la renta y a dedicar tu tiempo y energía a otras obligaciones burocráticas relacionadas con el pago de los impuestos al estado.
    Sin embargo no todo son buenas noticias, ten presente que pasar 183 días fuera de tu país no es más que una de las condiciones que te verás obligado a cumplir si pretendes dejar de pagar impuestos y que existen otras condiciones que debes tener en cuenta.

Obtener la baja en el censo de contribuyentes
Para poder trasladar tu residencia fiscal y evitar los impuestos, es decir para obtener la baja efectiva en el censo de contribuyentes de tu país, evitando sorpresas desagradables y problemas legales derivados de ello, debes considerar atentamente los siguientes puntos:

  • El certificado de residencia fiscal: Una vez abandones España, será necesario que residas en otro país que no sea considerado como un paraíso fiscal. Cualquier otro país vecino dentro de la comunidad Europea servirá a tal efecto y en general cualquier otro fuera del ámbito Europeo con el que exista un convenio de doble imposición.
  • Tramitar la baja a través del Consulado: Si cuentas con un pasaporte español, una vez que estés dado de alta como residente de un nuevo país, podrás acudir a su Consulado y solicitar el alta en el censo de residentes en el extranjero.
  • Certificado Fiscal: Una vez tengas tu certificado de residencia fiscal debes comunicárselo a la Agencia Tributaria mediante un formulario modelo 030, para lograr obtener la baja en el censo de contribuyentes. Solo podrás obtener el certificado fiscal después de pasar en otro país al menos 183 días y habiendo realizado la declaración de la renta en el mismo país al menos un año.
  • Descentralizar intereses económicos: Sera importante que a partir de este momento España no sea el centro de tus intereses económicos, es decir, que no sea el lugar donde se concentre más del 50% de tus ingresos.
  • Posesiones e Inmuebles: A partir de este momento, también debes tener en cuenta que poseer una vivienda o un vehículo dado de alta en España, podría llegar a considerarse por parte de la Agencia Tributaria como una prueba de que España sigue siendo tu lugar de residencia, con lo que podrías encontrarte problemas inesperados.
  • Baja en el extranjero: Una vez obtengas la baja en el censo de contribuyentes en España, puedes proceder a darte de baja también en el nuevo país en el que hubieras conseguido tu certificado de residencia fiscal con anterioridad.
  • Paraíso Fiscal: Aunque te hayas dado de baja efectiva en el censo de contribuyente, tanto en España como en el nuevo país donde conseguiste con anterioridad tu certificado de residencia fiscal, deberías evitar trasladar tu residencia fiscal a ningún estado que se encontrara en la lista negra de paraísos fiscales, hasta que no hubieran pasado al menos 4 años +1 desde tu salida de España.
  • Evitar la repatriación fiscal: Una vez dado de baja en el censo de contribuyentes español, no deberías tener ningún problema, pero en el futuro deberías evitar pasar demasiado tiempo en España, nunca más de seis meses, o podría deducirse un intento de fraude fiscal y la Agencia Tributaria o cualquiera de sus funcionarios podría solicitar tu repatriación fiscal e incluso podrías llegar a enfrentarte a problemas legales inesperados.

Como puedes ver, trasladar tu resistencia fiscal y evitar los impuestos no es una tarea en exceso complicada, aunque existen diversos pros y contras que valorar si tenemos la intención de evitar la tributación al estado. Como siempre, estar bien asesorado en el aspecto legal será fundamental, no obstante con la información que acabo de facilitarte podrás emprender por ti mismo los primeros pasos en la desconexión fiscal con el estado.