Si haces planes no funcionará
Siempre he sido mucho de hacer planes, y nunca se han cumplido. El tiempo me ha enseñado que por mucho que hagas planes el destino tiene pensada otra cosa.
Seguro que te ha pasado eso de intentar tener toda la información posible para trazar planes y conseguir el objetivo que persigues. ¿Y al final qué? Seguramente no ha funcionado.
Pero todavía hay esperanza. Hay otra opción.
Los planes no son nada; la planificación lo es todo.
Dwight D. Eisenhower
Hay dos fechas en el año en las que se hacen más planes. En Navidad como propósito de año nuevo y en verano tras o durante las vacaciones.
Por cierto. ¿Sigues en el gimnasio en el que te apuntaste en enero? ?
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La verdad es que es difícil hacer más de dos o tres cosas grandes a la vez, sin importar cuán grande sea.
Por lo tanto, es importante poner todas las cosas que la empresa necesita o quiere hacer sobre la mesa y tener un debate vigoroso sobre ellas y luego elegir algunas prioridades para centrarse.
Decir no a las cosas que realmente quieres hacer es el signo revelador de un buen proceso de planificación. Decir sí a demasiadas cosas es el signo revelador de un proceso de planificación deficiente.
Lo que hace que este proceso sea particularmente difícil es que a menudo hay algunas cosas que la empresa tiene que hacer y no hay forma de retrasarlas. Estos esfuerzos deben a menudo desplazar a los proyectos que deben hacer y eso conduce a una falta de progreso hacia adelante.
La lente a través de la cual evalúo los planes es la siguiente. Primero debe haber algunas prioridades bien definidas. Me gustan dos o tres pero cuatro pueden funcionar. Cinco comienza a ser un problema. Al menos uno y posiblemente dos deben hacer cosas que el negocio existente requiere y no se pueden posponer. Y debería haber al menos un gran esfuerzo nuevo que haga avanzar el negocio.
La planificación es muy importante. Cuando obtienes el plan correcto, la ejecución se vuelve mucho más fácil. He descubierto que la ejecución deficiente es a menudo una función de una planificación deficiente y tratar de hacer demasiado sin prioridades claras. Incluso los operadores más fuertes luchan en una situación como esa.